El día de hoy tuve la oportunidad de coordinar un grupo de trabajo para la segunda sesión de CTE, la primera de tres que en el presente ciclo escolar se realizarán bajo la dinámica de «Compartir buenas prácticas. Encuentro entre escuelas».
La verdad tenía un poco de incertidumbre por saber cómo se realizaría la sesión, sin embargo los resultados fueron muy buenos, excelentes diría yo pecando un poco de falta de modestia. La razón clave para que esto sucediera así fue la grata participación de los maestros asistentes, desde educación inicial, preescolar, primaria y secundaria (en la modalidad de telesecundaria).
Otro punto a favor del grupo recién integrado fue que conozco a los maestros de educación primaria pues trabajo con ellos mes a mes, además del trabajo previo realizado por parte de las directoras de preescolar pues sus educadoras y responsable de educación inicial sabían perfectamente a qué iban. En el caso de las docentes de telesecundaria, al ubicarse geográficamente próximas a dos de las comunidades de las que también provienen los docentes del nivel anterior propició, junto a todo lo anterior, un ambiente apropiado para las actividades realizadas.
El intercambio se dio con total respeto y empatía hacia los maestros de otros niveles. Aún cuando hubo que señalar aspectos que parecían potencialmente delicados tal como la socialización de lo que cada docente sabe o ha escuchado acerca de cada nivel distinto al que labora y en el que se debían descartar las ideas equívocas, o la respuesta a la pregunta «¿Qué tendría que considerar el nivel subsecuente al nuestro para recibir a nuestras NNA?».
Me parece que con base en las aportaciones de los docentes de los diferentes niveles se lograron aclarar en parte algunas dudas generales y otras muy específicas tales como si los alumnos deberían ingresar leyendo y escribiendo a la escuela primaria, qué se hace o debería hacerse con los registros y fichas descriptivas que se elaboran en cada nivel, cómo es la planificación y lo más importante: 1) la visualización de hacia dónde deben llegar los alumnos en cada nivel educativo y 2) problemáticas comunes y alternativas de solución a los mismos.
Por supuesto que hubo puntos en los que no hubo consenso pleno, sin embargo, fueron conscientes de que depende de la visión particular de los docentes y la realidad que se enfrenta en cada nivel, tal como el mayor o menor apoyo por parte de los padres de familia o tutores, e incluso la autonomía que muestran los alumnos en el aprendizaje. Lo mismo que la diversidad al momento de compartir experiencias correspondientes al apartado «Conversando nuestra experiencia».
Sabemos que esta sesión fue la primera y que seguramente el 31 de enero y el 04 de mayo del próximo año exigirán un poco más dado el antecedente que representó el encuentro de este día. Sin embargo, los maestros se dijeron listos para continuar este diálogo entre profesionales de la educación y a la espera de hacer válida la frase de Henry Ford que apareció antes de los propósitos planteados en esta guía:
» Juntarse es un comienzo. Seguir juntos es un progreso. Trabajar juntos es un éxito».
