El día de hoy tuve la fortuna de coordinar la última reunión de CTE con los docentes que laboran en escuelas de la modalidad multigrado incorporadas a la Secretaría de Educación de Nayarit. No estuvieron todos debido a problemas de conectividad, pero sí la mayoría.
El objetivo del encuentro fue doble, en primer lugar, seguir las orientaciones propuestas en la guía de CTE para reflexionar sobre los alcances de la estrategia Aprende en casa, tanto de los logros en términos de aprendizajes formales, como de las actividades que los docentes realizaron para procurar que sus alumnos siguieran aprendiendo en relación a las necesidades individuales que presentan y que ellos conocen bien.
El segundo objetivo fue evaluar el impacto que este espacio, cuya última reunión presencial ocurrió el 13 de marzo (días antes del resguardo por la pandemia), tiene para el intercambio de experiencias entre docentes y conocimiento de propuestas específicas para el trabajo en la modalidad.
Al respecto de lo que comentaron para el primer objetivo me quedé convencido una vez más de que los retos que enfrentan los maestros de aula multigrado son enormes, pero que ellos encuentran siempre la manera de superarlos. Por ejemplo, todos los docentes buscaron comunicarse con los alumnos y sus padres por distintos medios: a través de llamadas telefónicas, mensajes vía WhatsApp, entrega de mensajes y cuadernillos de trabajo a través de terceros, envío de planificaciones y cuadernillos en forma electrónica para que se imprimieran y repartieran en la propia comunidad, e incluso visitas a la escuela o los hogares de los alumnos siguiendo los protocolos de seguridad establecido por las autoridades. Donde fue posible se sugirió el seguimiento a las propuestas de actividades hechas a través de radio y televisión. Pero lo que más llamó mi atención fue un hecho que se repitió en muchos casos: la necesidad de realizar ajustes a las actividades incluidas en los cuadernillos e incluso la creación de propuestas que los docentes hicieron a través de la búsqueda de actividades en los libros de textos, ficheros y sitios de internet. Esto habla para mí de la preocupación que tienen los docentes por sus alumnos y la escasa dotación de herramientas creadas para ellos que las autoridades brindaron, pese al rezago que históricamente existe en las escuelas multigrado.
Claro que también hubo casos en que los docentes no lograron comunicarse con los niños, pero si esto ocurre también en las escuelas de organización completa, era previsible para las comunidades más apartadas. Lo motivante fue que también hubo casos de alumnos que en el aula no suelen ser los primeros y sin embargo participaron bien en el trabajo a la distancia.
Mención aparte merece el reconocimiento que estos maestros se han ganado por parte de los padres de familia. Ha valido la pena su entrega, dejar atrás su zona de confort y comprometerse con la docencia.
Del segundo objetivo se desprendió la inquietud porque estos espacios sigan funcionando, pese a la nueva realidad que próximamente viviremos al retornar a las aulas. Algunos de los maestros participantes seguirán en la modalidad, pero es probable que la mayoría se traslade a una escuela de organización completa. Sin embargo, se encuentren en una u otra condición los docentes son capaces de entender que el trabajo en escuelas primarias de modalidad multigrado presenta dificultades mayores sí, pero al mismo tiempo una valiosa oportunidad de obtener muchos aprendizajes para su ejercicio profesional.
También somos capaces de observar lo que hace falta y solicitar que el sistema educativo haga, como pueden ser por ejemplo la creación de áreas y figuras educativas destinadas a atender a los maestros y escuelas multigrado de manera específica. Lo mismo aplica para los materiales de trabajo que en la mayoría de veces suelen crearse pensando en la realidad de las escuelas de organización completa, con un maestro atendiendo a un solo grado. Solicitan más atención. Y en el mismo sentido quizá valga exigir al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación para que a través de las secciones sindicales, la 49 para Nayarit, estén al pendiente de los agremiados que participan en las escuelas multigrado y se les informe directamente sobre sus derechos, prestaciones y proyectos para los docentes, porque todos somos importantes.
Los maestros multigrado sugieren además que se continúe con algunas sesiones de CTE, destinadas para la instauración de comunidades de aprendizaje entre docentes de distintos niveles de educación básica. De este modo podrían comunicar directamente a los maestros del nivel siguiente, en este caso de las telesecundarias, sobre cuál es la situación con la que se fueron de la escuela primaria los alumnos que tuvieron en este ciclo. Esto es valioso y sería un error que no se retomara y actualizara por parte de las autoridades escolares.
Por mi parte, como les dije a los compañeros docentes, me siento contento por el esfuerzo realizado, más no satisfecho. Después de estos años trabajando en las sesiones de CTE con los maestros de grupo multigrado sentía, hasta antes del resguardo provocado por el COVID-19, que este ciclo íbamos aprendiendo más y con mejor organización. Tengo retos pendientes, pero espero cumplirlos más adelante.
Veremos que nos depara el futuro inmediato, pero tengo confianza que los maestros de aulas multigrado a quienes en ocasiones se les olvida o deja al final por parte del sistema, seguirán teniendo la misma vocación y profesionalismo que se requiere en el ejercicio de su función.
