Joel Servando

En lo que va del ciclo escolar 2017-2018 y como parte de mi función como Asesor he revisado las estrategias globales de mejora (EGM) elaboradas por los colectivos de las escuelas pertenecientes a la zona escolar donde laboro, e incluso de otras que me han invitado a revisar sus borradores. Y aunque hay algunas muy completas, considero que aún persisten dudas para su diseño, por ese motivo e intentando aportar información útil para directores y docentes de dichas escuelas (y cualquiera que guste considerarlas) reflexioné sobre los errores más comunes y encontré estos siete:

1. No partir del diagnóstico de necesidades. De la misma forma en que un buen empresario realiza un estudio de mercado para ver la factibilidad de instalar un negocio en lugar de poner uno sobre un giro que a él le agrade aunque tenga escasas o nulas posibilidades de triunfar, los maestros deberíamos realizar un diagnóstico educativo para identificar aquellas áreas que son susceptibles de mejora y no elegir trabajar un tema sólo porque nos gusta o se nos facilita. Aunque son muy pocos quienes cometen este error de abordar una temática sin el diagnóstico previo, son más quienes teniendo los datos del estudio a la mano deciden no considerarlo. Ejemplo: tras aplicar las herramientas del SisAT algunos colectivos encuentran que su principal necesidad está en la comprensión lectora (como uno de los componentes de la toma de lectura), pero ellos deciden que invertirán esfuerzos e incluso recursos económicos para incidir en el resultado de otras asignaturas. Por el contrario quienes consideran todos los insumos del diagnóstico para la elaboración de su EGM, parten de una realidad y por lo tanto tienen más posibilidades de éxito.

2. Concentrarse en la realización de una actividad grande y atractiva. El principal error que hemos detectado en la zona es diseñar una actividad que se realiza una sola vez, de preferencia al final de cada mes que, pese a ser interesante, NO logra tener un impacto en el trabajo cotidiano. Es decir, el hecho de realizar una gran actividad donde se involucre a toda la escuela, aunque puede resultar muy atractivo, no garantiza que los alumnos, maestros y demás actores le den la importancia necesaria precisamente porque se realiza en un solo día dejando en la monotonía al trabajo cotidiano. Ejemplo: realizar en un día un chocomilk literario donde los niños leen y comparten libros, pero que el resto del mes permanecen empolvados en la biblioteca. Sería más útil concentrarse en las actividades pequeñas pero constantes o mejor aún, no tener que elegir entre una y otra sino realizar ambas.

3. Cambiar las acciones y/o temas cada mes. Otro error frecuente es que en cada sesión de Consejo Técnico Escolar se elijan acciones para implementar en las semanas siguientes y que estas sean distintas mes con mes, siempre. Y todavía peor, cuando en un mes se atiende un tema muy distinto e igual de complejo, ejemplo “atender” la comprensión lectora en octubre y la “resolución” de problemas en noviembre, como si con un mes fuera suficiente para algunos de los temas más complejos del sistema educativo. Aunque es válido cambiar de acciones (quizá no tan fácil de tema) eso dependerá de los resultados obtenidos. Pero en defensa de los maestros diré que la confusión quizá se deba a que en el documento Estrategias Globales de Mejora Escolar. Orientaciones para su diseño pág. 3, dice que “es recomendable que en la sesión del CTE, al acordar las acciones del mes siguiente, el colectivo docente identifique las situaciones a resolver, defina las actividades a realizar y las organice considerando todos los ámbitos de la gestión escolar”. Puede ser que de la mala interpretación de esta sugerencia surja la decisión de cambiar de temas y acciones mes con mes, sin realizar la evaluación necesaria de los resultados.

4. Ser demasiado ambicioso en lo que se desea alcanzar. Aspirar a lograr al 100% una meta es positivo, pero para ello se debe realizar una autoevaluación con mucha honestidad para reconocer el momento en que se encuentran, los apoyos con que se cuenta y las necesidades de formación. Este ocurre en menos ocasiones pero me ha tocado conocer colectivos (dentro y fuera de la zona, dentro y fuera del subsistema educativo en que laboro) donde los resultados educativos indican que la escuela requiere mucho trabajo y los maestros necesitan actualizarse en un tema determinado antes de emprender una EGM, pero esto no se considera o se considera a la ligera. Proceder así es, como dice un refrán “ir a la guerra y sin fusil”.

No elegir los mecanismos e instrumentos correctos para el seguimiento. Una falla puede ser también no considerar las formas en que habrán de revisarse los resultados obtenidos durante y al final de la aplicación de la EGM. Y que conste que no me refiero a usar los más sofisticados, sino simplemente los necesarios. Por ejemplo, usar la observación con el apoyo de instrumentos para el registro como listas de cotejo y escalas de valoración e incluso rescatar la bitácora mensual (ese libro o archivo digital que se requisita mes con mes y que nunca o pocas veces se lee). Definir estos mecanismos e instrumentos nos servirán como brújula de seguimiento y evaluación y nos ayudarán a no perdernos en la maraña de actividades y exigencias que por desgracia siguen llegando a la escuela.

Excluir a los padres de familia. Tras más de una década de experiencia educativa (la mayoría como docente en aula), y trabajar en distintas escuelas más mi experiencia de estos años de inducción en la función de ATP, coincido con quienes dicen que la relación con los padres es muy importante para el éxito educativo. Por esa razón sería un error excluir a los padres de familia de la EGM, o dejarles una participación superficial o sólo en el papel. Basta escuchar o investigar los casos de las escuelas que han obtenido buenos resultados para darse cuenta que en todas ellas aparece la participación de los padres de familia, por eso es necesario invitarlos a participar y aumentar las posibilidades de éxito. Lo mismo ocurre con cualquiera de las acciones pensadas para los demás ámbitos, todos deben tener una participación real.

No aprovechar los recursos disponibles. Finalmente y dejando de lado otros errores menos frecuentes, señalo el de no aprovechar los recursos disponibles en la escuela, tanto humanos como materiales. Si en la escuela hay un docente apasionado por una asignatura y esa pasión se refleja en los grupos que atiende no hay razón para evitar consultarle o facilitarle el liderazgo para que encabece las acciones que deberían realizar los demás docentes y actores al respecto. Lo mismo ocurre con esa biblioteca donde ahora hay sillas obsoletas amontonadas, o esos materiales matemáticos que se echan a perder en cajones de lockers viejos o en bodegas…es decir, hay que aprovechar todos los recursos que tenemos. Y de la misma forma adquirir los que en verdad hacen falta, ejemplo si ya avanzaste mucho en un tema específico y hay compromiso de los docentes para continuar, en lugar de destinar el recurso económico a la contratación de un profesional que hable sobre lo mismo avanza a otras prioridades…

¿La Estrategia Global de Mejora es entonces un requisito administrativo más? Definitivamente NO. La EGM no debe considerarse como un requisito administrativo sino como una oportunidad de responder ante algunas de las necesidades detectadas en la escuela. Según el documento de orientaciones para su diseño las EGM «son las herramientas en las que el director y el colectivo docente se apoyan para realizar las actividades de la escuela y atender las prioridades educativas del plantel en forma integral». Considerarlo de otro modo puede llevar al director(a) a que cometa el ERROR de elaborar la Estrategia sin consultar a «sus» docentes, desperdiciando así una valiosa oportunidad de diseñar actividades con su colectivo que incidan en el aprendizaje de los alumnos.

Como se darán en cuenta lo que les propongo se ha dicho ya de una u otra forma, así que no hay descubrimientos sino simplemente un repaso a través de una crítica constructiva. Al igual que se dice que la Ruta de Mejora y la EGM aluden a procesos flexibles más que documentos rígidos me comprometo a mantener actualizada esta información con base a mi experiencia y a sus valiosos comentarios.

¿Qué dices?, ¿me ayudas a mejorar estos hallazgos? Si la respuesta es positiva deja tu comentario aquí o anímate a establecer comunicación.