El día de ayer, después de trabajar algunas horas contento por los avances de mis alumnos en unas actividades en línea que les solicité para este período de aislamiento preventivo por el COVID-19, me llevé una pequeña sorpresa: alguien cometió plagio en una de ellas. Lo peor de todo que era una actividad muy sencilla y el plagio muy evidente. Lejos de molestarme, porque no es la primera -y casi seguro- ni la última vez que me pasa, decidí reflexionar sobre el suceso.
En primer lugar, reconocí la verdad de algo que, de tanto que se dice, resulta muy trillado: el daño en realidad no es para el docente, sino para el estudiante que lo realiza. Es él o ella quien queda mal parado ante la situación, pese a que el docente pueda molestarse o sentirse ofendido e incluso el alumno pueda sentirse «victorioso» por su engaño, porque al fin y al cabo es él o ella quien pierde la oportunidad de aprender algo. Así de simple, podría escribir algunas cosas más al respecto, pero no tiene caso. El docente pese al posible malestar o decepción inicial, siempre continúa adelante.
Respondiendo a la pregunta que titula este posteo, ayer invitaba a los docentes en mi perfil y algunos grupos para docentes en facebook a participar en lo siguiente:
Recibí respuestas de todo tipo:
Detectar la copia por el vocabulario y estilo que usualmente no utiliza el alumno, esta es la más simple y sencilla forma de ubicar un plagio. Porque como docente cuando conoces a tus alumnos detectas cuando lo que presenta es diferente a lo que suele escribir, incluso puede que te sorprendas y tengas que parar un minuto para reflexionar si le das el beneficio de la duda o no. Aunque hay que reconocer que puede haber alumnos que escriban con un estilo auténtico y que esté bien hecho y por lo mismo cuando este tipo de estudiante comete un plagio no sea detectado.
Porque al leer el escrito encuentras errores absurdos, como que lo que «se escribe» no tenga sentido ni coherencia con el resto del texto, o puede haber otros que incluso parezcan un poco «chuscos» tal como que en un párrafo haya un formato diferente al resto del texto por el «copia y pega», o que se anuncie una referencia a otra obra, punto, dato o tabla que obviamente no está en el trabajo. Uno de esos ejemplos lo comentó una maestra el día de ayer:
Con ayuda tecnológica.
Después de las dos formas básicas comentadas es necesario pasar a otras que se realizan con ayuda de herramientas tecnológicas, que van desde la básica que consiste en tomar algunas de las líneas supuestamente escritas por el estudiante de quien se sospecha y pegarlas en un buscador como google. Aunque resulte difícil de creer ha habido compañeros docentes a quienes se les presenta un fragmento de un escrito AUTORÍA DEL DOCENTE como si fuera elaboración del alumno, absurdo y lamentable también.
Otras más sofisticadas serían:
Plagscan.- Este comprobador de plagio en línea ofrece la posibilidad de detectar las copias «con pocos clics» soportando los formatos convencionales en que se presentan los escritos por parte de los alumnos. Es uno de los más populares en internet debido a que proporciona más detalles del posible plagio. Aquí está: https://www.plagscan.com
Plagtracker.- esta herramienta gratuita y en idioma español que a través de algoritmos aplicados al texto que se quiere revisar (aproximadamente tres cuartillas) compara el texto con 14 mil millones de sitios y 5 millones de documentos de corte académico. Es sencilla y fácil de entender, pueden revisarla ustedes mismos aquí: https://www.plag.es/
Duplichecker.- Esta sencillísimo detector de plagio, también en español ofrece la posibilidad de colocar directamente un fragmento del texto «sospechoso» en un recuadro para que se haga la revisión, aunque también ofrece la posibilidad de subir el archivo en diferentes formatos y hacer la revisión. Es gratuito y permite hasta 50 escaneos diarios. Es este: https://www.duplichecker.com/es
Google Scholar.- La versión académica (e igualmente gratuita) de google, además de ser una valiosa herramienta de búsqueda especializada para docentes y alumnos, ofrece más precisión para detectar los plagios. Simplemente hay que introducir algunas frases entrecomilladas para que haga la búsqueda entre los millones de documentos a los cuales tiene acceso este gigante de la red: https://scholar.google.com/
Y antes de seguir con un listado enorme de herramientas para detectar plagios, quiero terminar la idea de que el plagio es algo que NO se debe realizar pues perjudica la formación profesional de quien lo comete, vuelve a las personas incapaces de ser creativos, puede incluso suscitar sanciones no solo académicas sino penales y, sobre todo, esta pregunta: ¿a quién de ustedes les gustaría que algo que les ha costado tanto trabajo crear, fuera copiado por otro y presentado como propio?…me parece que a nadie.
Aquí les dejo otras herramientas tecnológicas:
1. https://www.scanmyessay.com/
2. https://plag.co/
4. https://www.paperrater.com/
5. http://plagiarisma.net/es/
6. https://www.paperrater.com/
7. https://copyleaks.com/
8. https://tineye.com/
9. https://www.plag.es/
10. https://www.quetext.com/
